domingo, 26 de marzo de 2023

El Fruto Podrido Lo Producen Las Almas En El Fango Del Pecado

Mensaje de Nuestro Señor a Valentina Papagna en Sidney, Australia, el 12 de marzo de 2023

Hoy, mientras rezaba mis oraciones matutinas, vino el ángel y me llevó a encontrarme con el Señor Jesús en el Cielo. El ángel me dijo: «Nuestro Señor quiere verte».

Llegamos a un hermoso jardín celestial donde había santas damas. Me encontré sentada junto a una de las damas. Estaba sentada a mi izquierda. Me asombraron sus ojos brillantes y luminosos. Era tan hermosa.

Nuestro Señor vino entonces y se sentó a mi lado, a mi derecha. Parecía triste y preocupado. Ahora yo estaba sentada entre ellos dos.

Noté que la santa dama se inclinaba hacia delante, queriendo hablar con nuestro Señor. Miré de una a otra y le dije a nuestro Señor: «Señor, mi amiga quiere hablar contigo». Nuestro Señor no respondió de inmediato, pues estaba sumido en sus pensamientos. Mirando a nuestro Señor, la santa dama le preguntó: «Señor, creía que me conocías».

Él salió inmediatamente de sus profundos pensamientos y respondió: «Claro que te conozco. Es sólo que estoy preocupado por el mundo».

Ella preguntó a nuestro Señor: «Señor, ¿cómo está el mundo estos días desde que rezamos por él? ¿Está mejor? ¿Está mejorando?»

Nuestro Señor estaba muy preocupado cuando respondió: «No mejor, sino peor. No está en buen estado. Se puede comparar con la fruta podrida, como las naranjas, cuando se estropean y se pudren, se vuelven muy malolientes. Imagina un camión lleno de naranjas podridas que se derraman por la carretera, y a la gente caminando sobre ellas, hundiéndose en ellas, porque llevan el pecado dentro. Nunca confiesan sus pecados ni se arrepienten, sino que siguen acumulando barro en sus almas, y viven peligrosamente sin Dios y sin arrepentimiento.»

«Valentina, por favor, advierte a la gente que no viva despreocupadamente, sino que piense en su salvación, y diles que no tengan miedo de acercarse a Mí. Soy muy gentil y amable, y estoy dispuesto a ayudar a todos cuando vengan a Mí».

«Hija mía Valentina, ¿ves cómo Me preocupo por la humanidad? Quiero que todos vengan a la Luz. A la gente le gusta vivir en la oscuridad. Muchas cosas están sucediendo y desarrollándose, y todos vivís peligrosamente. Os advierto continuamente de este peligro».

«Es mejor estar siempre en estado de gracia, y entonces no tendréis de qué preocuparos, sino de confiar en Mí».

«Estad en paz y difundid Mi Santa Palabra», dijo nuestro Señor.

Señor Jesús, ten piedad de esta humanidad obstinada.

Origen: ➥ valentina-sydneyseer.com.au